Los atletas del equipo de football de la universidad de Northwestern ya ejercieron su voto para determinar si desean que un sindicato (unión) los represente ante la universidad para negociar colectivamente condiciones y beneficios de empleo. Aún no sabemos los resultados y las consecuencias siguen inciertas para la manera en que se practica el deporte en las universidades.
Aunque se celebró la elección el 25 de abril no se contarán los votos hasta que la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo resuelva la apelación que presentó la universidad. Northwestern objetó la decisión de la Junta de permitir que los estudiantes atletas pudieran votar en una elección sindical.
Northwestern intenta dejar sin efecto la decisión del director regional de la Región 13 de la Junta que determinó que los estudiantes eran- para efectos de la Ley Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRA)- empleados que ejercían las funciones de atletas.
EL NLRA le concede a “empleados” derechos a organizarse entre sí , formar o unirse a un sindicato o asistir a sindicatos, a negociar colectivamente y a realizar otras actividades concertadas para propósitos de negociar colectivamente o ayuda mutual o protección. Estos derechos solo les corresponden a personas que califican como “empleados” según los define el NLRA.
El argumento de la Junta es que la relación entre los atletas becados y la universidad es una principalmente económica mediante la cual la institución controla y dirige las actividades cotidianas de los atletas; compensándoles con las becas. La apelación de la universidad se centra en la definición de “empleado”. Northwestern sostiene que la relación con los atletas es una fudamentalmente educacional.
Por su parte la unión que está detrás de este esfuerzo sindical es la College Athlete Players Association (CAPA). Ganen o pierdan la elección, la unión ha anunciado su intención de realizar esfuerzos para organizar jugadores de football y baloncesto en otras universidades. El éxito de esta acción dependerá de que la Junta valide la condición de ‘empleados’ de los atletas becados.
Si la decisión original prevalece, la relación entre becados y universidades cambiará fundamentalmente. En la actualidad, las universidades en los Estados Unidos pueden ofrecerle a los atletas una beca de un año para estudiar, la cual incluye generalmente matricula, libros, alojamiento y comidas a cambio de su participación atlética.
Críticos del sistema (reglamentado por la NCAA) alegan que las universidades se benefician desproporcionadamente ya a cambio de ofrecerles muy poco a los estudiantes, obtienen millones de dólares en ganancias por su participación en el deporte intercolegial. Actualmente la NCAA y ciertas conferencias atléticas enfrentan pleitos legales por asuntos monopolísticos y restringir la competencia.
Según el New York Times, el contrato de televisión para el torneo ‘playoff’ de football colegial tiene un valor de 7.3 billones por diez años y el acuerdo actual para televisar el torneo colegial de baloncesto masculino tiene un valor de 10.8 billones por 14 años.
Copyright(c). You cannot copy content of this page.