Las marcas comerciales son esenciales para las empresas, especialmente aquellas cuya subsistencia depende de ellas, como es el caso de las franquicias. Sin estas marcas, muchas empresas no podrían existir en el competitivo mercado actual. Este principio se ejemplifica en el caso de To-Ricos, Ltd. v. Productos Avícolas del Sur, Inc., del 19 de septiembre de 2024,No. 22-1853 (Tribunal Apelacinoes, Primer Circuito, (“TA”) donde ambas empresas están dedicadas a la crianza y comercialización de pollo disputaban una marca.
En Puerto Rico, las marcas están reguladas y protegidas por la Ley 169-2009, conocida como la “Ley de Marcas de Puerto Rico.” A nivel federal, las marcas están protegidas bajo la Ley Lanham, también conocida como la “Trademark Act of 1946,” que es administrada por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (USPTO).
En este caso, la disputa gira en torno a la marca “Pollo Picú,” utilizada en la venta de pollo fresco. Productos Avícolas del Sur, Inc. (PAS) vendió pollo bajo esta marca hasta 2011, cuando dificultades financieras llevaron a la empresa a cesar sus operaciones. En 2016, To-Ricos, Ltd. (To-Ricos) solicitó registrar la marca Picú, creyendo que PAS la había abandonado. Al oponerse a esta solicitud, PAS abrió la puerta a una batalla legal que resalta la importancia de mantener activa una marca.
El Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico determinó que PAS no había utilizado la marca Picú durante al menos tres años consecutivos, estableciendo así un caso prima facie de abandono. Aunque PAS argumentó que sus problemas financieros y litigios en curso justificaban su falta de uso, el tribunal concluyó que no se presentó suficiente evidencia de intención para reanudar el uso dentro del plazo legal correspondiente.
El TA reafirmó esta decisión, subrayando que explicaciones vagas sobre la falta de uso no son suficientes para contrarrestar la presunción de abandono, la carga de la prueba recae en la parte que afirma haber utilizado la marca, y que PAS no logró proporcionar pruebas concretas de uso o intención de uso durante el período en cuestión. Como resultado, el tribunal confirmó que To-Ricos era el legítimo propietario de la marca Picú.
Este caso destaca la vital importancia de preservar y mantener activa una marca registrada. Para las empresas, especialmente las franquicias, una marca no es solo un símbolo; es la esencia de su identidad y reputación en el mercado. Las empresas deben asegurarse de utilizar sus marcas de manera continua para evitar el riesgo de abandono y proteger así su valor y derechos fundamentales. La lección es clara: la gestión cuidadosa de una marca es crucial para la sostenibilidad y éxito de cualquier negocio.
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